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Invertir mejor, no más

Para muchas empresas, especialmente las que están en proceso de emprendimiento, les podría causar dificultades, o consumo excesivo de planificación, el
discernimiento entre la calidad o la cantidad, en lo que respecta a invertir. Ahora bien, dicho discernimiento está aunado al estudio que la empresa debe tener sobre su target y su nicho, de modo que se pueda clarificar el panorama para las próximas decisiones a tomar, las cuales siempre son determinantes en diferentes aspectos.

Algo importante a considerar al momento de pensar en la inversión, es el valor del tiempo, así como también del comportamiento social en torno al consumo del tiempo. Hoy en día, la mayor parte de las preferencias giran en torno al tiempo. Las personas valoran más y optan como preferencia aquello que les haga invertir poco tiempo y que, aun así, les genere satisfacción en cuanto al consumo. Valorar el tiempo del cliente es sinónimo de ofrecerle algo de calidad y que eso no implique una inversión excesiva de tiempo, donde, además, esa valoración del tiempo es siempre percibida por la persona que está comprando o consumiendo un producto, lo cual es determinante para mantener a una empresa como preferencia. La inversión en la calidad implica, en cuanto a estrategias de marketing digital, desarrollar un gran atractivo visual, donde los recursos audiovisuales transmitan información precisa, pero nutritiva, sobre temas atractivos o que sean tendencia.

También, la inversión en la calidad está reflejada en el contenido textual. Un equilibrio entre lo formal y lo atractivo, expresado en una cantidad de texto justa para lo esencial y directo, es un suministro de información que puede convertirse en preferencia para el consumo masivo. Adecuarse también, de manera asertiva, a los contextos, es también de gran importancia en cuanto a la redacción y creación de contenido escrito. Lograr satisfacer esas necesidades desde la calidad, es sinónimo de preferencia y mayor consumo, ya que desde la cantidad implicaría un mayor consumo de tiempo de parte del cliente, siendo esto contraproducente para sí mismo.